Una mujer fue asesinada el pasado lunes de dos disparos en el interior de la panadería donde trabajaba, en la localidad bonaerense de Loma Hermosa, al ser atacada por su expareja, quien luego se suicidó, informaron fuentes policiales y judiciales.
«Dolido pero no vencido» y «la venganza se sirve en plato frío», fueron algunos de los posteos que Hugo Antonio Marchi (65) realizó en el último tiempo en sus redes, tras separarse de Verónica Esther Villalba (52), quien en cambio publicaba «felizmente soltera» en su descripción de Facebook.
El femicidio ocurrió cerca de las 6.20 en la panadería «Martín Fierro», ubicada en la calle Morganti 9200, esquina Florida, de esa localidad del partido de Tres de Febrero, y la víctima fue identificada como Verónica Esther Villalba.
Según puede observarse en las imágenes que se viralizaron este mediodía, el hombre ingresó al local y sorprendió a Villalba, quien ya estaba trabajando, le dejó sobre el mostrador un sobre de papel madera en el que aparentemente estaba el Formulario 08 para la transferencia de un auto.
Tras un breve intercambio, la mujer toma el sobre y se retira del salón, mientras el hombre agarra el arma de fuego que se le acababa de caer y comienza a perseguirla.
Finalmente, en otro salón es donde Marchi asesina de al menos cuatro balazos a Villalba delante de al menos un empleado y, luego, se suicida disparándose en la cabeza.
Precisamente este empleado se transformó en testigo clave para los investigadores y fue quien le contó a la policía la secuencia del femicida y hasta explicó que el agresor lo amenazó a él con matarlo para que se fuera del local.
Rápidamente, los vecinos solicitaron una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) y un médico constató que tanto la mujer que trabajaba en la panadería como el hombre que irrumpió ya se encontraban muertos.
De los peritajes preliminares realizados por personal de la comisaría 5ta. de Tres de Febrero, bajo las órdenes de la fiscal Marcela Costa, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de San Martín, surgió que la mujer recibió cuatro disparos, dos de ellos en la zona izquierda de la cabeza y el resto en el pecho.
En tanto, Marchi se suicidó con un tiro del lado derecho de la cabeza y junto a su cuerpo se halló un revólver calibre .38 que utilizó para cometer el femicidio.
Los testigos indicaron que Villalba y Marchi habían sido pareja hasta mediados de agosto pasado y que el hombre arribó a la panadería a bordo de un vehículo Ford Focus propiedad de la mujer.
«No existen denuncias previas en sede penal ni en el fuero de familia», dijo a Télam una fuente judicial.
No obstante sí existían mensajes intimidatorios publicados por el femicida en las las redes sociales, en los que demostraba que no aceptaba el fin de la relación.
En las redes
El 14 de agosto pasado, cuando Villalba posteó en su estado de Facebook «felizmente soltera», Marchi publicó: «Dolido pero no vencido», y 72 horas después, escribió: «La venganza se sirve en plato frío».
Marina, compañera de trabajo de la mujer asesinada, contó hoy al canal C5N que Marchi «la acosaba con mensajes para volver porque hacía un mes que se habían separado» y él «no podía aceptar la separación».
«Hasta el domingo me mostró que él le decía que la amaba y que quería volver. Ella no quería saber más nada. Quería terminar el trámite (transferencia) del auto, que era de él pero estaba al nombre de ella», dijo Marina en relación al Ford Focus con el cual llegó Marchi a la panadería para cometer el femicidio.
La empleada agregó que la víctima tenía una hija de una anterior pareja y dijo que era «una excelente persona, muy solidaria y re buena».
Por su parte Lucía, dueña de la panadería, contó que dos minutos después de que ingresara Villalba a trabajar lo hizo su expareja, quien sacó el arma, momento en que la víctima intentó correr para el fondo para escapar, aunque fue asesinada.
«Continuamente le mandaba mensajes y decía que se iba a matar él. Yo le dije hace dos semanas que por qué no lo denunciaba y ella decía que como él nunca le había pegado ni nada, no le iban a dar bolilla», añadió Lucía en declaraciones al canal Crónica TV.
Por su parte Silvia, vecina y clienta de la panadería, relató que escuchó los gritos del empleado compañero de Villalba cuando pedía ayuda.
La vecina detalló que la víctima le dijo que se había separado luego de nueve años de relación y que la expareja «la hostigaba y le hacía daño psicológico».
«Que las chicas que pasen por esto hablen, que no haya más Vero», pidió ante las cámaras del canal Todo Noticias.
Al tomar conocimiento del femicidio y suicidio, la fiscal Costas se dirigió al lugar y solicitó que la Policía Científica lleve a cabo las primeras pericias mientras se le tomaba declaración al empleado de la panadería que estuvo presente al momento de los hechos.